Apuntes de viaje en Canarias- Fundación César Manrique

Apuntes de viaje en Canarias de Ida Mastromarino, música original Tito Di Pippo. Visita a la Fundaciòn César Manrique, Lanzarote 2010.

El edificio en sí ocupa un valor relevante dentro del conjunto de las obras de Manrique, por cuanto aglutina las características esenciales de su propuesta integradora Arte – Naturaleza.
La remodelada vivienda del artista (Taro de Tahíche) se recicla en museo y sede de la FCM. Las transformaciones, dirigidas por el propio César Manrique, han creado un espacio museístico, que acoge la colección de arte contemporáneo de la Fundación, que perteneció a su fundador;  tres salas dedicadas a César Manrique: obra pública (Espacios); apuntes de sus murales, diseños, esculturas móviles y cerámicas (Bocetos);  y, a la salida, una amplia selección de su producción pictórica (Colección Manrique).
El Patronato de Honor de la Fundación, está presidido por S.M. La Reina Doña Sofía.

Fuente: FCM

César Manrique Cabrera (1919-1992) nació en Arrecife (Lanzarote). Su padre, representante de comercio, procedía de una buena familia de Fuerteventura y emigró a Lanzarote. Su abuelo era notario, sin agobios económicos.

Participó en la Guerra Civil española como voluntario del lado franquista. Su experiencia de la guerra fue atroz, y nunca quiso hablar de ella. En el verano de 1939, una vez concluida la guerra, César regresó a Arrecife. Llegó vistiendo aún el uniforme militar. Tras besar a su madre y a sus hermanos, subió a la azotea de la casa, se desnudó, pisoteó con rabia la ropa, la roció con petróleo y le prendió fuego. Terminada la Guerra Civil , ingresó en la Universidad de La Laguna para estudiar Arquitectura Técnica, que a los dos años abandonaría. En 1945 se traslada a Madrid para entrar becado en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde se graduaría como profesor de arte y pintura.”

En otoño de 1964, siguiendo los consejos de su primo Dr. Manuel Manrique psicólogo y escritor en New York, marchó a esta ciudad, donde estuvo hasta verano de 1966. Se hospedó al llegar en casa de Waldo Diaz-Balart, pintor de origen cubano, en el lower East side, vecindario de artistas, periodistas y  bohemios, de esa época. Gracias a su primo Manuel, consiguió una generosa beca en el Institute of International Education que patocinaba Nelson Rockfeller. Ello le permitió alquilar su propio estudio y empezar a pintar una amplia obra que fué exhibida con éxito en la prestigiosa Galería en New York «Catherine Viviano».
Estando en
New York, escribía a su amigo Pepe Dámaso «(…) más que nunca siento verdadera nostalgia por lo verdadero de las cosas. Por la pureza de las gentes. Por la desnudez de mi paisaje y por mis amigos (…) Mi última conclusión es que el HOMBRE en N.Y. es como una rata. El hombre no fué creado para esta artificialidad. Hay una imperiosa necesidad de volver a la tierra. Palparla, olerla. Esto es lo que siento.» Comenzó a sentir nostalgia de Lanzarote.

» Cuando regresé de New York, vine con la intención de convertir mi isla natal en uno de los lugares más hermosos del planeta, dadas las infinitas posibilidades que Lanzarote ofrecía «.

Es imposible imaginarse Lanzarote tal y como es hoy sin César Manrique. Era pintor, escultor, arquitecto, ecologista, conservador de monumentos, consejero de construcción, planeador de complejos urbanísticos, configurador de paisajes y jardines.”

Quienes conocían a Manrique sólo superficialmente ignoraban la carga de puritanismo que ordenaba su conducta. Manrique fue realmente un hombre frugal; no bebía alcohol, no fumaba ni permitía fumar junto a él,se acostaba regularmente muy temprano, y madrugaba, comenzando muy pronto su trabajo en el estudio.”

Falleció a los 73 años en un accidente de tráfico, sólo seis meses más tarde de la inauguración de la Fundación.

Fuente http://www.cesarmanrique.com